Pensada luna llena!

Doce de la noche, luna llena en Hawaii… camino descalza por calles aledañas a mi casa sintiendo el viento sobre mi cara.
Observo la ciudad desde las alturas… todo está tan tranquilo como siempre. Las luces de la ciudad se divisan a lo lejos y me dan la seguridad de que todo sigue ahí.
El upcountry volvió a ser lo que era… un tranquilo y solitarios sector residencial de Maui, después de haber sido el albergue de los evacuados durante algunas horas.
En este momento ni los grillos ni el frío importan, solo necesitaba sentirme.
Una camioneta pasa lentamente por mi lado, es un hombre solo que para un poco más adelante. Yo me asusto, pero quizás él más… ” ¿Estará bien esa niña que camina en pijama y a pie pelado por la calle a mitad de la noche?... probablemente sea una loca más de este lugar”.
Sólo no podía dormir, no dejo de pensar en las ganas que tengo de estar en Chile y los sentimientos encontrados vuelven a rondar mi mente y mi corazón. Este lugar es increíble y me ha enseñado a ser la dueña de mi propia vida, ha sido el lugar perfecto para crecer y conocerme, y claramente esta es una de las situaciones que tenía que vivir para lograrlo.
Un terremoto, ¿Qué más podría haberme hecho sentir tan lejos y a la vez tan cerca de mi país y de mi gente? La dimensión de la catástrofe y la cantidad de muertos provocan una impotencia terrible en mí.
No puedo dejar de pensar en lo siguiente: Chile, un país totalmente desconocido para Hawaii; Hawaii, un lugar solo soñado y poco conocido por Chile, un 27 de febrero, más conectados que nunca. Yo en Hawaii, mi vida en Chile…justo en este momento…

Terremoto en Chile!

Hace algunos días atrás comenzó una extraña sensación en mí, después de un par de semanas en que casi solo tenía ganas de quedarme aquí para siempre, me bajaron las ganas de volver, nosé, comencé a sentir que ya era suficiente.
Ahora, después de un día de trabajo común y corriente, me entero del desastre que acaba de quedar en mi país, y entiendo poco a poco mi angustia por volver.
Imágenes cada vez más devastadoras, cifras de muertos que aumenta hora tras hora, videos de aficionados y el impacto que provocó el terremoto a nivel mundial me permiten sentirme muy cerca de Chile, pero no es suficiente. Tengo la necesidad de estar allá, sintiendo lo que mi gente siente y viendo y viviendo en primera persona lo que está pasando.
Nacionalista he sido siempre, amo mi país a pesar de sus falencias, y es en estos momentos en que me siento más chilena que nunca (por fin estos gringos ignorantes sabrán donde está Chile).
Terremoto en Chile, tsunami en Hawaii, terremoto en Chile, tsunami en Hawaii, terremoto en Chile, tsunami en Hawaii… miles de sentimientos encontrados… miedo e incertidumbre de lo que pueda pasar, tranquilidad de saber que mi familia está bien, pena por no estar en mi país, impotencia por no poder ayudar, rabia por no tener internet, preocupación por mis amigos y por la gente de la que no he sabido… uff… quizás cuántas cosas más pasan por mi cabeza y corazón.
La alerta de tsunami al parecer ya cesó, pero anoche fue una de las noches más largas de mi vida. Esperando que pasara la hora para poder comunicarme con Chile, esperando la hora para saber que pasaría acá en la isla, esperando la hora para tener más noticias, esperando la hora para volver a mi país pasaron lentamente las horas.
Se que Chile es un país que está preparado para estas cosas, pero más de 200 muertos no es una cifra que me pueda ser indiferente. Estoy completamente shockeada.
“Chile earthquake”, con la bandera de nuestro país como logo, es el programa que han pasado durante toda la noche y todo el día en el CNN. En un principio pensé que solo lo hacían por el posible tsunami que estaba provocando, pero al parecer no. Este es el sexto terremoto más grande de los últimos años, siendo el segundo puesto ocupado por Chile en esta corta lista. Es muy shockeante ver las imágenes y sentirse “externo” a la catástrofe. Escuchar a la presidenta con una voz encima que traduce lo que dice al inglés y a gente que habla de Chile como un país lejano y desconocido, pronunciando las ciudades de forma distintas y partiendo por ubicarlo en el mapa para hablar de él.
La gente en general es muy fría, no entiende nuestra pena y preocupación. Se ríen de la situación y no le toman el peso que tiene.
- “Tienen que irse porque vamos a cerraar!!” (mientras tratábamos de ubicar a nuestras familias llorando).
- “Voy al Mc Donald porque no tenemos internet en la casa y necesito comunicarme con mi familia porque hubo un terremoto en mi país” Comentario: ¿Qué?, ¿no tenemos internet?.
- “No iremos a trabajar porque estamos muy afectadas y preocupadas por lo que ocurre en nuestro país”. Respuesta: “Pero no tengo a nadie más para que trabaje hoy día!”
¿Costumbre?, ¿falta de capacidad de asombro?, ¿Frialdad?, la verdad es que nosé que será, pero claramente me he dado cuenta de la falta de empatía que hay en este país. O quizás en el mundo entero!!! ¿Cuántas veces no pasan cosas en otros países y hay gente que ni siquiera se entera? O gente que se asombra cuando uno llora o se ve afectado con las desgracias o catástrofes de otros.
Individualismo y frialdad, creo que esas son las palabras que poco a poco se van apoderando de nuestra sociedad, promovido por un mundo competitivo y acelerado, donde el mirar para el lado te retrasa o te saca de tu propio camino.
Agradezco una vez más la preocupación de todos y tengo impotencia de no poder comunicarme para decirles que todo está bien. Lo único que quiero es un abrazo fuerte y dormir en mi casa junto a los míos, agradeciendo una vez más todo lo que tengo.

Tecnología a la mano, ¿Ayudados o perjudicados?

He visto varias cosas en este país que me han llamado la atención, y a pesar de que al parecer Hawaii es distinto al resto del país, no se queda atrás, principalmente hay una cosa que no ha dejado de sorprenderme, y es la comodidad y la absoluta búsqueda de productividad.
Podemos partir por un jarro que purifica el agua, un control remoto para prender y apagar la luz, sólo autos automáticos, cocina que no usa fuego, aspiradora con la que no hay que agacharse y que se prende y apaga con el pie, llaves de agua que se prenden solo con poner las manos debajo, al igual que las jaboneras y dispensadores de papel, etc, etc, etc. Si bien la mayoría de estas cosas existen en Chile, para ser realistas, culturalmente aún no las tenemos interiorizadas.
Ahora si nos vamos a los servicios…uuff! bancos abiertos de lunes a sábado hasta las 6 de la tarde, distintas opciones de comida rápida en la esquina de la casa (con servicio al auto las 24 horas del día), una máquina que hace de cajero en el supermercado, un sistema de empaquetado rápido, códigos en frutas y pasteles a nivel de unidad para evitar al “pesador”, pero lo que sí me dejó con la boca abierta el otro día fue cuando vi pasar al camión de la basura. Se que el trabajo de basurero no es deseable para nadie, pero es un trabajo al fin y al cabo, sobretodo para quien pueda necesitarlo, pero aquí no existe esa posibilidad, ya que el propio camión tiene un brazo que levanta el basurero ubicado afuera de cada casa y lo vacía dentro del camión, volviendo a dejar, posteriormente, el basurero en su lugar.
¿Hasta cuándo el hombre será reemplazado por máquinas que hacen el trabajo de manera más “eficaz y eficiente” que él? Avanzamos hacia un mundo en el que la mano de obra es cada vez menos necesitada, y en el que los puestos de trabajo en los servicios son ocupados solo por una persona que se encarga de prender y apagar las máquinas. ¿Dónde queda la sociabilización en todo este tema? El saludo al cartero que pasa en bicicleta o el ver correr al basurero detrás del camión, dónde queda el buenas tardes del cajero del supermercado, o la moneda para el empaquetador.
¿Por qué en vez de reemplazar al hombre en estos servicios no nos preocupamos de hacer de estos trabajos un estado laboral más digno? ¿Hasta dónde llegaremos con todo esto? ¿Hasta que las máquinas se apoderen de nosotros y terminen manejándonos?
Creo que yo me quedo con el ser humano y el valor social que puede existir en una breve conversación de pasillo.

Gente Mc Donald!

Desnudos de alma!

Calzones, sostenes, calcetines, short, falda o pantalón, polera, polerón o chaleco si hace frío, ¿maquillaje? algunos sí, otros no. ¿Formas de esconder nuestro cuerpo?, o ¿formas de esconder nuestra alma? ¿Qué intentamos tapar?
Andar desnudos por la vida o desnudarnos en la playa, ¿nos hace realmente más libres?, ¿o será una forma de expresarlo o de sentirlo así?

Instantes

(Jorge Luís Borges)

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.

Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.

Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.

Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.