Es extraño porque creo que siempre ha sido un lazo que nos une metafóricamente, si bien cortarle las uñas de los pies a alguien nosé si sea muy agradable, mi mamá siempre ha estado dispuesta, a pesar de su comentario: "cuando estés casada, ¿también vas a venir para acá para que te corte las uñas?", a lo que yo siempre respondo con un sí.
Está claro que uno crece día a día gracias a las situaciones que se van dando pero creo que acá las situaciones se dan más a menudo, o quizás me he hecho más conciente de ellas.
Cuando digo acá no me refiero al estar en Pukalani asi como un: "venga hoy a Hawaii y consiga un crecimiento personal gratis!", sino que en esta situación de estar sola, lejos, con otro idioma, cocociendo (o no conociendo) gente y con lugares tan místicos.
Creo que no fue al azar que me tocara quedar trabajando en un lugar como este; clima templado, gente tranquila, ambiente pausado...algo tiene que haber aquí que me está ayudando mucho en este proceso. Siento que, sin duda, es un lugar que me encanta..muy parecido a Talagante o Peñaflor, y que realmente me conlleva a una calma constante...una calma que se transmite en el estar durmiendo a más tardar a las 12 de la noche y el despertarme por gusto a las 7 de la mañana para aprovechar el día, o en el tomar una micro que pasa cada media hora, o caminar 25 minutos todos los días al trabajo...el ambiente en general se presta para que yo pueda pensar todo lo que me nace y todo lo que quiero pensar en este tiempo.
No hay ruido externo, ni gente corriendo por las calles, ni micros llenas, ni frío extremo que pudiesen interrumpir este proceso en mi vida.
Debo agradecer al destino, a Dios, a las energías, a mi angelito de la guarda o a quién esté allá arriba guiando o acompañando nuestro camino, el haberme puesto o ayudado a llegar a este lugar.
Ahora, si bien está dado el ambiente para crecer...NADIE HA DICHO QUE ESTÉ SIENDO O QUE SERÁ FÁCIL! Dicen que ahí está el gustito de las cosas.
Buenas noches!
Negriita!