Tecnología a la mano, ¿Ayudados o perjudicados?

He visto varias cosas en este país que me han llamado la atención, y a pesar de que al parecer Hawaii es distinto al resto del país, no se queda atrás, principalmente hay una cosa que no ha dejado de sorprenderme, y es la comodidad y la absoluta búsqueda de productividad.
Podemos partir por un jarro que purifica el agua, un control remoto para prender y apagar la luz, sólo autos automáticos, cocina que no usa fuego, aspiradora con la que no hay que agacharse y que se prende y apaga con el pie, llaves de agua que se prenden solo con poner las manos debajo, al igual que las jaboneras y dispensadores de papel, etc, etc, etc. Si bien la mayoría de estas cosas existen en Chile, para ser realistas, culturalmente aún no las tenemos interiorizadas.
Ahora si nos vamos a los servicios…uuff! bancos abiertos de lunes a sábado hasta las 6 de la tarde, distintas opciones de comida rápida en la esquina de la casa (con servicio al auto las 24 horas del día), una máquina que hace de cajero en el supermercado, un sistema de empaquetado rápido, códigos en frutas y pasteles a nivel de unidad para evitar al “pesador”, pero lo que sí me dejó con la boca abierta el otro día fue cuando vi pasar al camión de la basura. Se que el trabajo de basurero no es deseable para nadie, pero es un trabajo al fin y al cabo, sobretodo para quien pueda necesitarlo, pero aquí no existe esa posibilidad, ya que el propio camión tiene un brazo que levanta el basurero ubicado afuera de cada casa y lo vacía dentro del camión, volviendo a dejar, posteriormente, el basurero en su lugar.
¿Hasta cuándo el hombre será reemplazado por máquinas que hacen el trabajo de manera más “eficaz y eficiente” que él? Avanzamos hacia un mundo en el que la mano de obra es cada vez menos necesitada, y en el que los puestos de trabajo en los servicios son ocupados solo por una persona que se encarga de prender y apagar las máquinas. ¿Dónde queda la sociabilización en todo este tema? El saludo al cartero que pasa en bicicleta o el ver correr al basurero detrás del camión, dónde queda el buenas tardes del cajero del supermercado, o la moneda para el empaquetador.
¿Por qué en vez de reemplazar al hombre en estos servicios no nos preocupamos de hacer de estos trabajos un estado laboral más digno? ¿Hasta dónde llegaremos con todo esto? ¿Hasta que las máquinas se apoderen de nosotros y terminen manejándonos?
Creo que yo me quedo con el ser humano y el valor social que puede existir en una breve conversación de pasillo.